Wednesday, April 14, 2010

¿Hacia una modernización de la participación ciudadana?


La crisis en la democracia ha dado lugar a nuevas formas de hacer política, especialmente en el frente de la participación ciudadana. No podemos negar las amplias manifestaciones de unión cívica en México, desde la formación de sindicatos, pasando por el movimiento estudiantil de 1968 y una de las más importantes, la integración de las organizaciones no gubernamentales y organizaciones ciudadanas al aparato publicitario, liderado por el PAN, para hacer presidente a Vicente Fox. No obstante, el país continúa en un letargo político. Quizá la nueva esperanza pueda ser los medios sociales, a través de los cuales se han realizado grandes campañas de participación.

El movimiento estudiantil generado, principalmente, desde las trincheras ideológicas marxistas y en contra del partido gobernante (PRI), derivaron en una ola de propuestas alternativas a la monolítica institución. Desde ese momento, el activismo político mexicano se ha visto reflejado en sus manifestaciones culturales, derivando en la formación de capital político. No obstante, el impulso social no ha sido suficiente para generar una cultura de la democracia en el país; en gran medida debido a la falta de acceso a las herramientas para participar activamente en la democracia. La aún limitada penetración de los medios digitales a la población no ha impedido el crecimiento exponencial de redes como Twitter o Facebook, mediante las cuales los ciudadanos han podido expresar sus deseos e ideas.

A pesar de tener nuevas formas de comunicación digital en materia política, son pocos los gobernantes interesados en estos medios. En México la teoría democracia se ha alejado de la utopía de “el gobierno del pueblo y para el pueblo”, la actualidad reconoce la necesidad de instituciones reguladoras. Aunque autores como Huntington, Schumpeter y Sartori convergen en la importancia de la participación ciudadana en las instituciones gubernamentales, este es un espacio público cerrado para la mayor parte de los mexicanos. La excepción está en las redes sociales. La unión ciudadana en dichas redes logró impedir un impuesto al uso de internet a finales de 2009, bajo el lema #internetnecesario.

En México, el problema derivado del sólido establecimiento de las instituciones gubernamentales ha sido el escaso acceso, por parte del ciudadano, a las decisiones políticas. La falta de interés en la democracia, por parte de la ciudadanía, se ha visto potenciada por la inconstitucionalidad de las candidaturas independientes. La necesidad de ser militante de partidos políticos, ofreciendo poca empatía con el ciudadano, ha llevado a la población a una falta de confianza en la clase política. Dentro de la encuesta Cultura política y participación ciudadana en México antes y después de 2006 se observa a los partidos políticos como la institución estatal con menor credibilidad y confianza en el país (5.5 en una escala del 0 al 10).

El incremento en la participación ciudadana es evidente al considerar las más de 20 mil Organizaciones no Gubernamentales actualmente registradas en el país. En gran medida el crecimiento en participación se debió a la alternancia política en el país y a la mayor transparencia de las instituciones. A pesar de ello, la encuesta sobre Cultura política y participación ciudadana en México antes y después de 2006 muestra que las agrupaciones ciudadanas y los ciudadanos son los dos sectores menos influyentes en la vida política mexicana, aventajados por sindicatos, grandes empresas, partidos políticos y el Presidente como el máximo tomador de decisiones.

México es uno de los países con mayor diversidad cultural, lo cual favorece a la formación de organizaciones civiles con intereses variados. No obstante, la efectividad de la participación ciudadana ha estado inexorablemente ligada con una organización institucional, ya sea sindicato o partido político. La participación ciudadana, como movimiento de los ciudadanos y por los ciudadanos no ha rendido frutos en el país. Quizá, y sólo quizá, mediante las nuevas redes sociales se pueda alentar la participación y el interés en la vida política de México.

*Imagen tomada de Zensoriales

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Cineasta idealista en busca de propuestas inovadoras