Tuesday, April 21, 2009

Los rezagos de la educación en México

La producción de talento es una de los factores esenciales para el crecimiento de un país. El fracaso del sistema educativo mexicano se ha visto determinado por dos factores: falta de capacidad para producir empleo y, la más preocupante, una falta de calidad educativa. Aún cuando existen instituciones en México, dedicadas a asegurar la calidad de la educación, el panorama para el estudiante mexicano no es alentador. Sin duda existe gran capacidad en el mexicano, de creación, de innovación y de acción, pero el contexto en el que se desarrolla nuestro aprendizaje aporta más problemas que soluciones.
La falta de capacidad para producir empleo es más una falla estructural sistémica que una falla educativa per se. Aún así es un elemento contextual indispensable para entender la actualidad mexicana, en donde, según cifras del INEGI el 93% de la población económicamente activa está empleada en micro empresas, sin tomar en cuenta los negocios informales. Si la voluntad de trabajar existe en México, por qué no hay mejores condiciones de empleos. Es aquí en donde observamos la gran brecha que existe entre los países desarrollados y aquellos que estamos en proceso de serlo, una capacidad de potencializar sus puestos de trabajo.
El mismo impedimento al generar oportunidades de trabajo genera la fuga de cerebros tan preocupantes para el país. Aún cuando en México se producen más ingenieros, per capita, que China, no existen las posibilidades de crecimiento otorgados en otros países como Estados Unidos o Canadá. Con esta base en mente podríamos comprender la importancia de la oferta y demanda de empleos en México. La demanda existe, pero no hay los suficientes desarrollos, parques tecnológicos, oportunidades e incentivos para que la oferta iguale a la demanda. Aún cuando seamos un país con investigadores reconocidos a nivel mundial las políticas educativas de México no han apoyado a la población general para alcanzar estos niveles.
Nuestras instituciones de educación pública se han visto mermadas por un sistema sindical anquilosado y con mucho más poder político del que debería. Los sindicatos mexicanos nunca han sido para ayudar al trabajador, sino sólo a los líderes sindicales y a los políticos, con una esfera de influencia sobre ellos. Prueba de ello han sido huelgas como la de la UNAM en 1999 y de la UAM en 2008. Ambas con un mayor sentido político que educativo. La falta de interés por parte del gobierno Federal ha hecho que los sindicatos y los políticos tomen en sus manos la educación, constitucionalmente garantizada por el Estado.
Esta garantía constitucional presupone el carácter gratuito de la educación. A pesar de ello el instaurar esta política sin cuestionamiento sobre la calidad de la ecuación ha llevado a nuestras instituciones privadas a ser un hoyo negro para los recursos que se les invierten. De cierta forma las palabras del Dr. Rafael Ranger, durante la Cumbre de las Américas de 2009, refiriendose al valor otorgado por los estudiantes a la educación, cuando ésta se debe pagar, tiene sentido. Varios estudiantes en universidades públicas están en ellas por años, ocupando un lugar que podría usarse por alguna otra persona con más interés. El gobierno invierte en educación para estas personas sin deseos de estar en una universidad, en el caso de la UNAM. Es por ello que establecer una cuota, por calificación, sería una buena opción para fortalecer la educación en México.
Otro problema de políticas públicas educativas, relacionado con las telecomunicaciones, ha sido el nuevo uso de las tecnologías. El exitoso programa de Teleducación, reconocido internacionalmente como un programa innovador de educación a distancia ha quedado rezagado debido a la falta de interés de la clase política por educar a la población. El político mexicano no ve la educación como una inversión, debido al largo tiempo que tarda en redituar. Sin la visión a largo plazo y la identificación de áreas de oportunidad para la educación del mexicano, nuestro país seguirá siendo el mismo.

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Cineasta idealista en busca de propuestas inovadoras