Leyendo el último reporte de Everis, Indicador de la Sociedad de la Información (ISI) del primer trimestre de 2009, me doy cuenta de que México no está tan rezagado [a comparación de otros países latinoamericanos] en materia de penetración de las nuevas tecnologías. Si bien toda la región ha decrecido a efecto de la crisis, México no sintió un golpe mayor en la adquisición, per capita, de tecnologías de la información.
Lo que me llama la atención [además de que América Latina se encuentra por debajo del nivel óptimo establecido por la consultora] es que la mayoría de los países ha visto un crecimiento en adquisición de nuevas tecnologías, en materia individual, mientas que la inversión gubernamental en infraestructura ha sido prácticamente nula [exceptuando a Chile, Brazil y Perú, este último un caso especial ya que tenía un rezago extraordinario].
Si bien podríamos homogeneizar una región marcada por diferencias históricas, sociales y económicas [además de un Pan-americanismo inexistente]; justificando la poca inversión en infraestructura, yo identifico una causa fundamental, la relación inversamente proporcional entre inversión en infraestructura y estratificación económica. Los países con una estructura social más homogénea y un capitalismo mesurado, son los mismos con sistemas de telecomunicaciones y de tecnologías de la información mejor estructurados.
No podemos culpar a la cultura latinoamericana de no invertir. No es una cuestión netamente atropológica, tiene que ver con factores de una economía política mal diseñada y de una concepción de la riqueza erroneamente concebida. Alguna vez consideré que Telmex le hizo bien a México al privatizar la telefonía y permitir el desarrollo de internet en el país. Cerca de 20 años después de la privatización, la compañía que liberó a México del oscurantismo tecnológico, la misma que se está convirtiendo en un Cíclope, evitando que salgamos de la cueva. Pero somos nosotros los que gritamos: ¡Nadie! ¡Nadie nos está atacando!
Así nos quedaremos hasta que algun Odiseo o Ulises decida sacarnos de la cueva.