Debido a los recientes acontecimientos relacionados con la Influenza A H1/N1 me puse a reflexionar de la importancia de las nuevas tecnologías a comparación con la manera tradicional de informarnos. ¿Hacia dónde van los periódicos y en general el acceso a la información?
La sociedad de la información ha revolucionado constantemente nuestras capacidades de comunicación. La posibilidad de tener una conectividad más amplia, una información mayor, además de una inmensa cantidad de fuentes de información ha derivado en una evolución de los mismos medios de comunicación. En la actualidad, la palabra clave para los medios es cambio. Las mismas teorías de la comunicación tradicionales se han visto alteradas por las nuevas plataformas digitales. Esta idea no significa la desaparición de los medios tradicionales de comunicación, por lo menos no en los próximos 20 años. Estamos llegando a un punto en donde el soporte del papel está siendo cada vez menos utilizado.
A pesar del gran impacto que ha tenido Internet en el mundo se deben de hacer varias consideraciones en el momento de analizar la profundidad del fenómeno. La primera de ellas es accesibilidad, la segunda adaptabilidad y la tercera es el uso. Todas ellas son factores que tienen alguna influencia en el desarrollo de los nuevos medios, como también en la forma en la cual perciben la información y las noticias actuales. Es difícil refutar la idea de la necesidad de las noticias y del conocimiento en general. La única diferencia en los tiempos modernos es la manera en la cual los individuos acceden a las mismas.
El primero de los factores influyendo en la evolución de las noticias y del soporte del papel es la accesibilidad. Históricamente la escritura y el papel no han sido de acceso común. Antes de la existencia de la Penny Press y de los tabloides era difícil mediar las necesidades de información de la población en general, con el bolsillo de los mismos. Sólo mediante la “popularización” de la información y la maquila de los diarios es que se pudo acceder a los diarios. La posibilidad, económica, de tener un diario se unía a la posibilidad de leer. Actualmente nos estamos enfrentando a los mismos retos al intentar acceder a las plataformas virtuales de información: analfabetismo y costos.
