Cada día que salgo a la calle y veo la belleza que nos puede ofrecer nuestro país me siento melancólico. Ese sentimiento deriva de la relfexión que he venido forjando de México, a nivel histórico, social e individual. Lo que más me duele de este país es que todos los caminos llevan al acantilado del no-hacer.
Me refiero a un México fallido por estas razones:
Un pacto roto
Desde la conquista, los Tlaxcaltecas ya habían iniciado con las luchas internas en nuestro país. ¿Qué hubiese pasado si no se unen a los españoles?
Una independencia fallida
Imaginemos a Miguel Hidalgo, después de grandes victorias, llegar a la capital y no atacarla. Una campaña militar que falló.
Leyes olvidadas
Nuestro país sufre de un olvido de las leyes, muchas veces selectivo, muchas otras absoluto. Ésto se debe a una constitución fallida, quizá la más avanzada en cuestión ideológica en 1917, pero poco a poco se ha ido deteriorando hasta llegar al híbrido que tenemos ahora. Con derogaciones de las derogaciones y normas oficiales que remiten a la constitución, en una ciclicidad que sólo se ve en el sistema judicial mexicano.
Una televisión fallida
Lamentablemente para los mexicanos nos encontramos ante un duopolio-monopólico. Es curioso que dos empresas (Televisa y TV Azteca) tan distintas en su concepción de los contenidos televisivos (y radiofónicos) tengan un manejo tan similar de los medios, sin importarles, como dice la ley, el interés público.
Una ley de medios fallida
Pobre de nuestro IFE, tan cerca de los medios, tan lejos del poder. Desde su concepción este organizmo estaba destinado al fracazo. Sólo se ha utilizado de pantalla y muchas veces de motín político, como cualquiera de las cámaras legislativas.
Y por último.....
Fútbol fallido...
Ahora hasta en el fútbol perdemos contra Estados Unidos 2-0.....así de mal anda México.Y en año electoral.
