Saturday, July 12, 2008

Web 2.0: La trampa de la inmediatez (2)

Laura Siri (2008) retoma estudios en donde demuestra la enorme cantidad de datos en la red: “…en 2006, la cantidad de información digitalizada fue 3 millones de veces mayor que la de todos los libros escritos. En 2006, la cantidad de información digital creada, capturada y replicada fue…más de lo generado en los 5000 años anteriores” (2008). No todo lo producido en el 2006 se puede considerar información. Muchas de las páginas creadas no ofrecen un capital cultural a la sociedad. La facilidad de publicar en red deviene en falta de rigor al escribir, fallos ortográficos y datos poco verídicos o falsos. Toda la información en red es importante, por ello se debieron crear buscadores capaces de organizar y estructurarla.
Tras la comercialización de Internet en los ochentas fue necesario crear motores de búsqueda capaces de identificar y canalizar toda la información en la red. En los noventa surgieron programas con la habilidad de clasificar y entregar al usuario la información requerida. Google, Yahoo! y Altavista, son algunos de estos metabuscadores. Con el tiempo se han hecho más sofisticados y se han adaptado a las necesidades del usuario. A pesar de ello existe una problemática en su uso: no siempre entregan los resultados deseados.
Raúl Trejo (2006) critica el uso de estos buscadores por cómo se manejan. En la búsqueda “…los motores de búsqueda no registran todo el contenido de las páginas web, sino únicamente sus primeras porciones” (2006). Esta manera de trabajar de los buscadores sigue la idea de inmediatez de las personas. El pragmatismo del cibernauta actual busca la velocidad a pesar de la pérdida de exactitud. Al difundirse esta idea, la especialización de los motores de búsqueda deriva en la perversión del usuario, haciéndolo menos ágil y más automatizado y dependiente. Este problema se presenta en de lleno en la Web 2.0: “… en lugar de “alfabetizar” al usuario en el lenguaje digital se haya adaptado éste a la comodidad y sencillez contenidas en la interfaz gráfica de usuario” (Fernández, 2007).
Resumiendo, la Web 2.0 presenta grandes beneficios para el usuario, facilidad en la adaptación, rapidez y una modificación en el paradigma comunicativo mediático. El flujo de comunicación vertical, típico de los media masivos, deriva en la publicación de contenidos por parte de los mismos receptores de los mensajes. Los individuos ya no están limitados por los gatekeepers o la agenda de los medios. Cualquier individuo puede generar sus propias noticias, así como su entretenimiento.
A pesar de estos factores positivos el uso de la Web 2.0 genera usuarios de superficie, con poca crítica hacia los contenidos en la red. Fernández (2008) critica el uso dado a la “emergente web semántica” debido a la tendencia de los usuarios a otorgar a la máquina los procesos intelectuales del ser humano. El poder de discernir los contenidos adecuados y verídicos en la red se entregan a buscadores, efectivos, pero no eficientes.
La gran cantidad de datos generados diariamente no significan un mayor desarrollo cultural. La Web 2.0 hace gala de ésas cifras ocultando la otra cara de la moneda. Aún cuando dentro de los blogs, foros y podcasts se genere información,
“… ésta por sí sola no genera conocimiento” (Cisneros, García et al., 2002). La ilusión de lo visual opaca el raciocinio humano, le entrega espejos a cambio de velocidad. La Web 2.0 pude facilitar la interacción usuario-red, más no debe sustituir el poder del mismo sobre la tecnología.

Web 2.0: La trampa de la inmediatez. (1)

Las nuevas tecnologías han generado una discusión acerca del uso, acceso y adaptación a las mismas. Con la Web 2.0 el usuario puede transformarse en emisor y receptor simultáneo. La nueva manera de producción de datos en la red ha modificado los patrones de comunicación, alterando el flujo de los envíos y recepciones de los mensajes. A pesar de ello al simplificar los programas de diseño, edición y búsqueda de datos en Internet crean usuarios mediocres, sin interés en el cómo, y siempre buscando la inmediatez.
La capacidad de auto-publicarse en red, crear blogs, subir videos a Youtube y crear redes sociales con Facebook o Hi5 se denomina Web 2.0. Ésta es una evolución a la Web 1.0, sin la posibilidad de publicar contenidos en red. El diseño de la nueva estructura de red se basa en una cultura cada vez más visual, más inmediata. La apropiación de la tecnología crece al entender el uso de este tipo de softwares. El poderse publicar en la red es un incentivo para utilizar los elementos de la Web 2.0. A pesar de ello, se debe tener en cuenta el tipo de aportaciones hechas en la red. Este tipo de programas facilita el uso, pero no siempre aporta capital cultural a la red.
La arquitectura de Internet desde su creación se ha basado en la cooperación entre los usuarios (Castells, 2001). Los intercambios académicos entre universidades, principalmente de Estados Unidos, hicieron de la red la estructura digital más compleja y completa de la historia. Los fundamentos de la red se complementaban con aportes de los usuarios. El proceso de creación de Internet está basado en la formación de capital cultural. La Web 2.0 rompe con la idea de la red de redes programada por usuarios. Las personas acostumbradas al uso del nuevo diseño Web no se preocupan por el cómo se hace, sólo por producir contenidos.
Debido a la gran escalada de datos subidos a Internet se ha acuñado el dudoso término de Sociedad de la Información. La discusión del nombre de la actual configuración social y tecnológica se ha dado principalmente en dos frentes. Raúl Trejo Delarbre (2006) piensa en la sociedad informada como una aspiración, no una realidad. A pesar de ello toma veinte categorías de análisis para describir las características de la misma. Entre ellas se encuentran uso, acceso, velocidad y cantidad de datos en la red. Sin duda, la velocidad marca uno de los temas principales en la Web 2.0. Otro punto importante es el cómo se usan los datos en la red.
La teoría marxista tiene también inherencia en el tema. Manuel Castells (2001) desarrolla el término de Sociedad Informacional. Debido a las relaciones de producción derivadas del capitalismo el trabajo físico ha dejado de ser la principal fuerza productiva. Actualmente, el mayor valor de cambio, lo tiene la información, inmediata, verás y accesible. Ambos autores coinciden en la importancia de la rapidez en la adquisición de datos.
Para comprender el problema generado por la cantidad de contenidos en la red es necesario diferenciar dato de información. En el paradigma comunicativo de Shannon & Weaver (1981) el mensaje sería sólo un dato, sólo palabras sin un uso. Al momento de llegar al destino y decodificarse el receptor puede darle un uso, en ese momento se transforma en información. No todo lo almacenado en la red de redes puede ser utilizada, por lo cual sólo se sitúa en el rubro de dato. En el momento de usar cualquier elemento recuperado se transforma en información.

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Cineasta idealista en busca de propuestas inovadoras