Thursday, February 4, 2010

La (nueva) muerte de las Artes

Las bellas artes han muerto con la modernidad. Después de una breve lucha, el vacío ha triunfado sobre la razón. Como seres humanos buscamos el todo, estar completos, llenarnos, muchas veces mediante el arte; otras mediante los pecados. A pesar de ello, lo posmoderno, en la contemporaneidad, es reflejo de una sociedad observadora y creadora de la misma; ha sido juez y parte, binomio poco exitoso.
Al buscar una contracultura el arte contemporáneo se distanció de la industria y por lo tanto del éxito y su propia supervivencia. El nuevo arte contemporáneo es una destrucción de la razón y del sentido. Es el simple regreso a lo primitivo, a lo irracional, a lo animal. La búsqueda de eliminar filtros culturales – muchas veces fútil – ha logrado un desequilibrio semiótico entre significado y significante. El discurso del nuevo arte busca ser tan individual, tan personal y dirigido que ha logrado abolir la barrera de lo racional, perdiendo el sentido.
El arte y la filosofía, como mellizas, originarias del mismo deseo de búsqueda y explicación del mundo, han caído en el mismo estado, intrascendental, cíclico y vacío. La inmotivacion, cuasi apatía de una industria cultural han logrado hacer del arte su propio depredador. Sin la posibilidad de existir sin una aprobación de las élites, las expresiones artísticas más reconocidas se encuentran en el terreno limítrofe de la pseudo intelectualidad y la sub expresión de la realidad.
Considero la muerte de las Bellas Artes culpa del capitalismo y del vacío. No necesariamente ante la teoría de Mattelart, Horkheimer, Adorno y Marx. Pero sí ante una falta de deseo por sobrevivir mostrando la belleza. Sobre todo las artes murieron ante una post modernidad que no promete un nuevo Renacimiento, solo apatía y olvido. Las “nuevas Bellas Artes” son un muerto viviente de su pasado corpóreo, sólo un vano reflejo su antigua representación.
En sociedades en donde la transgresión y la aceptación de nuestras diferencias son comunes, las artes no innovan ni cambian, solo modifican su faz para aparentar modernidad. Una de las fuerzas clave del arte es el poder reflejar o representar (buscando cambiar) la realidad. Si bien el arte contemporáneo refleja el vacío, pero no busca in cambio. La maldición del nuevo arte es ser hijo del New Age, sin ambiciones o expectativas. El nihilismo se niega y la psicología racional se olvida. La conciencia de uno mismo es tan limitada que buscamos expresar al ser humano con nuestro alrededor, la interiorización se externa.
Eros y Tanatos ya no luchan. Han tenido un hijo suicida, con demasiado miedo de acercarse a la vida adulta y con pocas herramientas para mantenerse con sueños infantiles.

1 comment:

Anonymous said...

Propongo reconsiderar la crítica de la muerte de las artes que haces desde el gran sueño de la estética pues este ya no existe más, entonces te sustentas en tiempo irreversible. Por otro lado si vives lo que vives en ahora, deberías desde allí repensar tu crítica.

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Cineasta idealista en busca de propuestas inovadoras